Me encantan estas albóndigas, a mi chico y mi sobrina María
también. A ellos les gustaría que las hiciera más a menudo pero me da un poco
de pereza enredarme con ellas a veces, no son difíciles de hacer pero si llevan
varios pasos y cuando hago voy repartiendo fiambreras para mis sobrinos, mi
madre, para que en casa nos queden congeladas para algún día, total, que el día
que hago albóndigas hago muchísimas.
miércoles, 30 de octubre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
Hojaldre relleno de setas y jamón al PX #RecetasSolidariasParaNavidad
Con esta receta quiero unirme a la iniciativa que ha
impulsado Helena del Valle desde su blog El puchero de Helena
Helena ha pensado que sería un hermoso gesto que todos
aquellos que tenemos blogs de cocina y queramos sumarnos a su proyecto,
propongamos una serie de recetas de bajo coste y que a la vez sean dignas de
estar en una celebración de Navidad. Hay que pensar en las miles de familias
que lo están pasando tan mal a causa de esta crisis que parece no tener fin,
todos tenemos seguidores y lectores silenciosos que no nos comentan nunca pero
nos siguen y tal vez con esta iniciativa podamos echar una manita a alguna
familia que atraviesa un momento económico complicado.
Esta es la primera receta que publico para esta iniciativa
pero no será la última, si deseáis ver todas las recetas que están publicando
los blogueros podéis consultarla en https://www.facebook.com/groups/recetassolidarias/
Espero que os guste esta receta, económica, vistosa y a la
vez deliciosa, es un poco contundente con lo cual con un solo hojaldre y algún entrante más ya nos quedaremos
satisfechos.
He calculado lo que gasté en la compra de esta receta y más
o menos cada hojaldre saldría por 1,25 euros, aproximadamente.
Ingredientes para 4 hojaldres
1 plancha de hojaldre refrigerada
200 gramos setas de cultivo
4 lochas de paleta de jamón
200 ml nata para cocinar
2 nueces mantequilla
PX (Pedro Ximenez u otro vino dulce)
1 Huevo
Sal
Meterse en faena
Precalentamos el horno a 220ºC
Sacamos el hojaldre de su envoltorio y estiramos. Lo
cortamos en 4 trozos, procurando que sean cuadrados y del mismo tamaño, a mí me
sobró una tira con la que hornee unos bastoncillos con sésamo.
A cada cuadrado le dejamos un espacio de un centímetro de
borde aproximadamente y cortamos un segundo cuadrado dentro de él dejando sin
cortar del todo dos esquinas opuestas. Me salió mal esta foto y no puedo
ponerla, espero haberlo explicado bien.
Llevamos una esquina exterior sobre la esquina opuesta
interior y hacemos lo mismo con el otro lado.
Pinchamos con un tenedor la base para que no suba y pintamos
todo el borde con huevo batido y también las asitas que se forman, no hay que
pintar la base si no las capas de hojaldre se pegarían y no subirían.
Horneamos hasta que el hojaldre suba y se dore.
Horneamos el hojaldre |
Mientras sube el hojaldre, limpiamos y quitamos la parte más
dura de las setas y cortamos a tiras, las ponemos a pochar en un poco de
mantequilla a fuego suave. Cuando estén blanditas y empiecen a dorar le
añadimos el jamón partido a tiritas y rehogamos. Añadimos un chorrito de vino
Pedro Ximenez o similar, subimos el fuego para que el alcohol arrebate y le
ponemos la nata líquida, bajamos el fuego y dejamos que la nata vaya hirviendo
y reduciendo. Rectificamos de sal.
Salteamos las setas en mantequilla, le añadimos el jamón y luego el vino dulce |
Sacamos los hojaldres del horno, como es posible que la base
haya subido un poco presionamos con los dedos para que baje y nos quede espacio
para poner la salsa. Rellenamos con nuestra estupenda salsa y bien caliente
llevamos a la mesa.
Como veis es una receta sencilla y económica que sin embargo
nos hace un plato de fiesta maravilloso, o al menos eso me parece a mí, espero
que os haya gustado.
viernes, 25 de octubre de 2013
Pastel de salchichas con puré de patata
Hacía muchísimo tiempo que no cocinaba esta receta y en
pocas semanas la he hecho dos veces. El pastel de carne con puré de patatas es
un plato que se encuentra en infinidad de blogs de cocina, es sencillo de
hacer, cunde mucho porque sale una gran cantidad y está buenísimo.
miércoles, 23 de octubre de 2013
Habichuelas con ajos tiernos
Hoy vengo con un plato de cuchara, ya os he comentado que me
gusta mucho el cuchareo y los potajes y legumbres me vuelven loca.
Esta receta es muy típica de mi tierra, hay costumbre de
ponerle unos granos de arroz pero yo no suelo hacerlo. Si se le pone arroz la
forma más común de llamar a este plato es “habichuelas con arroz”, bueno, sí,
lo reconozco, no nos complicamos mucho la vida poniendo nombres.
En mi familia es un potaje que hacemos muy a menudo, no os dejéis
engañar por los ingredientes, no sabe especialmente a ajo y el nabo le da un
saborcito como a tierra muy, muy, agradable.
Además es una receta muy económica y no tarda demasiado en
hacerse, por no hablar de lo sana que es. A veces los platos más humildes son
los que más nos pueden sorprender y no hay que desdeñar el alto poder
nutricional de algunas recetas que parecen muy poca cosa. Adoro este potaje, me
gusta a rabiar y si alguno de vosotros no lo conocéis os recomiendo que alguna
vez lo probéis porque os va a conquistar.
Con los ingredientes que os doy os van a salir 3 raciones
generosas, siempre que las cocino me queda un platito para el día siguiente que
a mí los potajes de un día para el otro me gustan mucho.
Ingredientes
2 Alcachofas grandes o 3 pequeñas
1 Nabo
8 Ajos tiernos
2 Dientes de ajo
2 C/S tomate triturado
1 Patata grande
1 bote alubias cocidas de 370 gramos
1 c/p pimentón dulce
Agua
Aceite oliva
Sal
Meterse en faena
Ponemos una olla mediana a mitad de agua y llevamos al
fuego, pelamos el nabo, lo partimos a rodajas muy finas y lo ponemos en la
olla, tapamos y dejamos que vaya cociendo.
Limpiamos las alcachofas quitándoles la parte más dura,
cortamos la punta de las hojas y el tallo, frotamos con limón para evitar que
se oxiden, partimos a cuartos o mitades y las ponemos en una sartén con un fondo de
aceite a freír. Mientras rehogan limpiamos los ajos tiernos y los partimos a
trocitos, pelamos los ajos duros y fileteamos.
Una vez las alcachofas hayan dorado sacamos de la sartén y
las ponemos en la olla que ya tenemos al fuego.
En el mismo aceite freímos los ajos tiernos y duros a la
vez, a fuego bajito para que no quemen, una vez bien dorados le añadimos las
dos cucharadas de tomate triturado, dejamos que rehogue y echamos el pimentón,
damos un par de vueltas y echamos el sofrito a la olla. Salamos, tapamos y dejamos cocer a
fuego suave.
Transcurridos unos 15 minutos, le ponemos la patata pelada y
partida a dado grueso, cocemos 15 minutos más y añadimos las alubias
previamente cocidas que habremos escurrido y enjuagado. Unos 5 minutos más de
hervor y apartamos. A mi todos los potajes me gustan que queden con caldo
grueso, si al añadir las patatas veis que el guiso está muy caldoso cocer sin
poner la tapadera para que el caldo engorde.
Una receta muy sencilla y verdaderamente maravillosa.
lunes, 21 de octubre de 2013
Arroz con solomillo de cerdo y alcachofas
Hace mucho tiempo que no publico una entrada de arroz, en
esta ocasión os presento una variante del arroz con magra y alcachofas muy
típico de la cocina murciana y también alicantina. Pero esta vez he sustituido la
magra por medallones de solomillo de
cerdo.
No penséis que estoy inventando nada nuevo, mi madre ya
hacía este arroz cuando yo era una cría y ella lo llamaba “arroz con judía de
cerdo”.
La forma tradicional de hacer este arroz es poniéndole unas
tiras de pimiento rojo frito, pero yo a veces soy un poco despistada con mi
carro de la compra y no tenía pimiento rojo, así que he ido improvisando sobre
la marcha y el resultado ha sido más que satisfactorio, como podéis ver en las
fotografías quedó un arroz meloso pero suelto, su punto de cocción era perfecto
y estoy muy contenta con el resultado.
Como siempre que he publicado recetas de arroces, he
preparado un paso a paso fotográfico que os resultará más ameno de ver.
Ingredientes para 2 personas
200 gramos arroz tipo bomba
½ solomillo de cerdo partido a medallones finos
2 Alcachofas
½ pimiento verde italiano
1 Tomate maduro grande
1 Tacita de guisantes congelados
2 Pimientos del piquillo
1 Diente ajo
1 pellizco de azafrán en hebra
Perejil
Sal
Aceite de oliva
Agua
Meterse en faena
Limpiamos las alcachofas quitándole las hojas más duras, frotamos con limón para que no se oxiden, partimos a cuartos y ponemos a freir en una paellera con un fondo de aceite de oliva. |
Una vez fritas sacamos las alcachofas y reservamos, freimos los medallones de solomillo a fuego vivo para sellarlos bien. |
Una vez hecho el sofrito le ponemos una tacita de guisantes congelados y las alcachofas que teníamos fritas, damos unas vueltas. |
Incorporamos el arroz al frito y una majada que habremos hecho con un diente de ajo, azafran en hebra y un poco de perejil. Le echamos el agua, recordar 2y 1/2 de agua por 1 medida de arroz. |
3 minutos antes de apagarlo le ponemos los pimientos del piquillo partidos a la mitad. Damos un último hervor, apagamos y reposamos 3 minutos |
Comentarios a la receta
Si deseais ponerle tiras de pimiento rojo como os comenté al inicio de la receta debeis freirlas antes de nada, sacarlas una vez fritas y luego freir las alcachofas. En este caso suprimir el paso de freir el medio pimiento verde a dados, el pimiento rojo ya habrá aportado mucho sabor. Se incorporaría al arroz a media cocción del mismo.
A media cocción hay que rectificar el punto de sal y a mi me gusta exprimirle medio limón al reposarlo, pero eso va en gustos y no es estrictamente necesario.
Aunque en algunas fotos parezca que la paellera tiene mucho aceite en realidad es agua que soltó el solomillo al freirlo, ya que había estado congelado y la carne al descongelarse suelta más agua.
Un arroz tipo bomba tarda entre 18 y 20 minutos en cocer, dependerá un poco de la dureza del agua.
Ahora no estamos en temporada, pero siempre es mejor ponerle guisantes naturales, gana muchisimo en sabor. La temporada de guisante comienza en navidades aproximadamente, aunque en esas fechas todavía son muy caros.
jueves, 17 de octubre de 2013
Pan antiguo de granja
Ayer 16 de octubre se celebró el día mundial del pan y me
apetecía unirme a esa iniciativa aunque no tuve tiempo de preparar la entrada y
publicarla.
Y como estamos en la segunda quincena del mes ya tocaba
rendir mi particular homenaje a los blogs amigos con mi sección “Visto en” y he
de reconocer que desde que Nines publicó este pan en su blog estaba deseando
hacerlo. El día mundial del pan me ha dado la excusa perfecta para hornear esta
hogaza que me hizo babear en su momento y que le aseguré a Nines que un día haría.
Aunque según he podido ver después, esta receta está
bastante extendida en muchos blogs de cocina, yo no la conocía y la descubrí en
Las cosas de Nines
. Me pareció un pan precioso, ya he comentado alguna vez que me gustan las
recetas con sabor a antiguo y no me costaba nada imaginarme a una campesina
alemana horneando este pan allá por el siglo XIX. No es de extrañar que se
llame pan de granja, la gastronomía se desarrolla en cada zona en función de
las materias primas que se dan en esa zona, aunque ahora con lo pequeño que se
nos ha hecho el mundo con los medios de transporte se consigue casi cualquier
ingrediente en casi cualquier sitio, antes, la gente cocinaba con lo que daba
la tierra y este pan está hecho con harina, agua, miel y mantequilla. La receta
original, nos cuenta Nines en su blog, es de Linda Collister y la escritora
comenta que era el pan que elaboraba su abuela, una receta centenaria, me
encanta.
Ingredientes
700 gramos de harina de fuerza
25 gramos de mantequilla
15 gramos de levadura fresca de panadero
2 cucharaditas rasas de sal
450 ml de agua
1 c/s generosa de miel
1 huevo batido
Meterse en faena
En un bol amplio ponemos la harina y la sal y mezclamos, le
incorporamos la mantequilla a temperatura ambiente partida a daditos, con la
punta de los dedos vamos mezclando la mantequilla hasta que se integre en la
harina.
Disolvemos la miel y la levadura en el agua tibia, el agua
no debe estar caliente, sólo tibia. Hacemos un cráter en medio de la harina y
añadimos un poco de agua, vamos mezclando de dentro hacia afuera e incorporando
todo el agua poco a poco. Mezclamos bien y volcamos la masa sobre una
superficie enharinada.
He de confesar que me ha costado hacerme con esta masa, he
tenido que añadirle un poco más de harina porque era extremadamente pegajosa. Esto
es debido a que cada harina es un mundo y dependiendo también de la humedad
ambiental tal vez necesitemos variar un poco las cantidades dadas en la receta.
No he querido dejar una masa muy dura y me he peleado con
ella durante un buen rato, estuve a punto de pensar que la masa acabaría por
ganarme, pero con constancia conseguí doblegarla y a base de añadirle pequeñas
cantidades de harina logré volverla elástica, aunque la dejé todavía un poco
pegajosita.
Se coloca en un bol amplio ligeramente enharinado y tapamos
con papel film hasta que doble su volumen, esta masa sube mucho, así que el bol
debe ser amplio. Como todavía hace bastante calor por estas tierras la masa ha
tardado en subir algo más de una hora, con más frio tardaría hora y media o dos
horas.
Formamos dos bolas con la masa, una el doble de grande que la otra |
Pasado ese tiempo volcamos la masa sobre la mesa de trabajo
ligeramente enharinada y golpeamos con los puños para sacarle el exceso de
aire. Damos un leve amasado y cortamos la masa en dos porciones, dejando una de
ellas el doble de grande que la otra.
Formamos dos bolas con la masa y las colocamos en la placa
del horno levemente engrasada con aceite de oliva. Tapamos con un paño limpio y
dejamos que hagan un segundo levado durante 40 minutos aproximadamente. La masa
va a volver a crecer bastante con lo cual es mejor dejar las bolas de masa
bastantes separadas entre sí.
Precalentamos el horno a 230ºC, el pan hay que cocerlo sin
ventilador ni aire, sólo calor arriba y abajo. Colocamos una bandeja o bol apto
para el horno con agua dentro para crear una atmósfera húmeda.
Cuando la masa haya hecho su segundo levado colocamos con
cuidado la bola pequeña sobre la grande, no hay que presionar para no hundir la
masa. Con un cuchillo muy afilado hacemos un corte en forma de cruz y pintamos
todo el pan con huevo batido para darle brillo.
Colocamos una bola sobre la otra, hacemos un corte en forma de cruz y pintamos con huevo batido |
Introducimos en el horno a media altura y horneamos los
primeros 20 minutos a 230ºC y pasado ese tiempo bajamos a 200ºC y horneamos
otros 20 minutos. Sabemos que el pan está perfectamente cocido cuando la base
suene hueca.
Y sólo queda reposarlo un poco y comerlo, es un pan con
mucha miga, tiene un suave pero inconfundible sabor a miel aunque no es un pan
dulce. La corteza es ligera y sólo os puedo decir que está delicioso y no tiene
demasiado trabajo.
Muchísimas gracias Nines por descubrirme esta receta y
espero que le des tu aprobación a esta versión hecha con todo el cariño.
Pan antiguo de granja
Otro menos en la lista.
Otro menos en la lista.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)